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El pasado sábado 24 de septiembre se reunió por primera vez en forma concertada un grupúsculo de personajes seleccionado a dedo en torno al vinilo, aquél dinosáurico formato para reproducir música.

El punto de reunión fue Bar La Cantera, que junto a la disquería especializada Orange Days, pujaron en forma premeditada el alumbramiento del cónclave disquero.

Entre los organizadores, las expectativas eran inciertas. Si se trata de ferias independientes, la experiencia dice que las convocatorias no son masivas mientras la feria en cuestión no sea un evento con relativo renombre. Por otra parte, entre los asistentes a estos rejuntes abunda la familia Miranda, lo que complica la experiencia de los expositores que participan con el ánimo comercial de vender sus productos. Para el caso de la Feria Vinílica, estos puntos no trancarían la pelota, ya que la mayor parte de los expositores sólo asistían con el fin de exhibir sus joyas.

En efecto, con el ánimo de sólo exhibir su colección, tuvimos la presencia de Marcos Hödl, periodista freelance viñamarino, integrante de Acople Records, quien aportó con su colección para amenizar la jornada, mezclando parte de su discografía: Grandfunk, Madonna, The Doors, Led Zeppelín, Miles Davis, Depeche Mode, Rod Stewart.

También en plan de expositor, tuvimos la presencia de Gabriel Rodríguez, también conocido como El Uruguayo, ex conductor del programa Al Otro Lado Del Espejo de la Radio Placeres, sociólogo de profesión y melómano por opción. Actualmente en receso comunicacional, aprovechó de exponer parte de su colección, con joyas como Los Jaivas – El Volantín (sin carátula, pasaba piola), Led Zeppelín – Volumen II, el especial de año nuevo de Sonora Palacios, Ella Fitzgerald – en vivo en Berlín, Los Blue Splendor – Homónimo y Depeche Mode – Violator.

Desde Santiago, la Feria Vinílica tuvo la participación magallánica de Dj Manyin, también conocido como Julio Vera, hombre ancla dentro de POTQ Radio, un melómano vinílico que se ha especializado en el sonido sesentero latinoamericano. Manyin puso sobre la mesa finuras de la talla de Los Yorks – 67 y Los Belkings – El Sonido de Los Beklings de Perú; el primer disco de Los Mockers y el primer disco de Los Shakers de Uruguay; Los Sonnys – Distorsionado, Los Jockers – En La Onda de Los Jockers y Los Vidrios Quebrados – Fictions de Chile

Ya con el vilipendiado ánimo lucrativo entre ceja y ceja, la presencia de la disquería especializada Orange Days fue el pez gordo de la tarde. Volcado en términos temporales a la discografía noventera y posterior, la muestra de Orange Days fue la más voluminosa de la tarde. Junto con disponer discos como Jimi Hendrix – Blues, Miles Davis – Miles, Black Flag – Damaged, The Beatles – Abbey Road y Pavement – Crooked Rain, Crooked Rain, que se vendieron como pan caliente, Orange Days dispuso de una torna Garrard 401, que junto a la Sony PS-333 de Marcos Hödl reprodujeron la discografía que amenizó la tarde-noche porteña.

Y cuando la reunión ya estaba armada, el Sistema Interconectado Central nos regala un hermoso “blackout” que mandó a piso la reunión disquera. Si bien la junta continuó bajo las luces de emergencia del local, no pudimos seguir disfrutando de la mezcla vinílica que se estaba realizando en las tornamesas que se dispusieron para la ocasión. Quizás por esto, quizás también por la buena onda que se generó entre los expositores, la experiencia se volverá a repetir más temprano que tarde, por lo tanto la fanaticada vinílica debe estar atenta a este notición.

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