Antes de comenzar la sesión había un cierto nerviosismo en el ambiente, que se reflejaba en el rostro de René Cevasco, conductor del programa: sabido es que Sonora de Llegar atrae gran cantidad de público que solo quiere vacilar y bailar, por lo que la sala no era el lugar propicio para armar una fiesta como las que Sonora nos tiene acostumbrado. Por lo demás, el espacio no es tan grande y este sería una prueba de fuego para ver si la Rubén Darío resistía el embate. De hecho, fue tanta la gente que llegó que las puertas tuvieron que ser cerradas y quedó gran cantidad de gente afuera.

Puntualmente a las 19 hrs comenzó el show, luego de una pequeña entrevista de Cevasco a Mauricio Miño, vocalista de la banda. Y como se anunció, El Ruido Necesario fue tocado de principio a fin, sin saltarse ninguna canción y demostrando el gran fiato que la banda ha logrado. Tal como explicó Miño al comienzo del concierto, este nuevo disco nació con la idea de sumarle otra guitarra al sonido de la banda, aparte de lo ejecutado por Carlos “Culebra”. Así es que en vivo también tiene que tener dos guitarras, función cumplida a cabalidad por Claudio Valdovinos (Lautaro Rodríguez), lo que sin duda hace crecer el sonido de Sonora de Llegar sumado al gran trabajo de vientos, percusiones y teclado.

Luego de escuchar en vivo El Ruido Necesario completo, el público pidió eufóricamente otra canción, dando paso a la que quizás es la canción más reconocida de la banda, Viernes.

El show terminó, todos felices de haber presenciado un “show de culto” para dar inicio a este nuevo camino de Sonora de Llegar. Luego, la banda fue sorprendida celebrando en un conocido bar de Valparaíso. Pero esa es otra historia.

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Fotos por Jorge Severino Durán